“Destrucción 
                del dominio imperialista, desconociendo la deuda externa, nacionalizando 
                las empresas extranjeras, rompiendo todo tipo de acuerdos onerosos 
                para el país, etc., luchando en un amplio frente antiimperialista 
                que englobe a todos los pueblos de la América y el resto 
                del mundo.” Programa del Partido Comunista de México 
                (marxista-leninista).
              La 
                guerra imperialista contra Irak está planteando a los pueblos 
                la necesidad de enfrentarse a la oligarquía financiera 
                internacional de manera revolucionaria. Recordemos que las declaraciones 
                de independencia política y la entrega del control de cada 
                país en manos de las burguesías nacionales históricamente 
                no han resuelto el problema de la dominación imperialista 
                ni mucho menos alejaron las consecuencias que trae la explotación 
                capitalista para las masas.
                
                Hoy las masas se movilizan siguiendo su instinto de lucha, su 
                sentido de lo correcto, pero de manera espontánea, la tarea 
                actual es encauzar esta efervescencia antiimperialista a un programa 
                con banderas claramente antiimperialistas y objetivamente de alcances 
                organizativos en la línea de la acumulación revolucionaria 
                de fuerzas proyectada hacia la revolución proletaria.
                
                El pacifismo que predican las corrientes socialdemócratas 
                y revisionistas para llevar a las masas de nueva cuenta a la inactividad 
                debe ser denunciado por su colaboracionismo con la reacción.
                
                El pacifismo burgués y pequeño burgués buscan 
                hacer de toda movilización una protesta sin mayores consecuencias. 
                Lo reaccionario de esta forma de “luchar” está 
                en que en aras de “la lucha por la paz” se descarta 
                la violencia revolucionaria de las masas y su derecho a ejercerla, 
                este tipo de pacifismo está en contra de la violencia en 
                abstracto, de cualquier manifestación de la violencia, 
                otorgándole fuerzas obscuras cuasi demoníacas. Los 
                comunistas sostenemos que la violencia también tiene una 
                envergadura de clase, la violencia se ejerce y se rige por intereses 
                de clase, a lo largo de toda la historia las masas cuando han 
                hecho prevalecer sus intereses ha sido a través de su violencia 
                revolucionaria contra sus opresores. Reclamamos el justo derecho 
                de los pueblos de Irak a defenderse de los agresores imperialistas, 
                a expulsar de su territorio a los invasores angloamericanos.
                
                El pacifismo burgués tiene escasos alcances para la lucha 
                emancipadora por su resistencia a trastocar el régimen 
                actual, éste se basa en premisas legal burguesas, premisas 
                que ninguna tendencia política burguesa respeta ni respetará 
                jamás ¿Hará falta demostrar esto? Sentimos 
                que no, las conductas son por demás evidentes. De seguir 
                en este espíritu pacifista, a lo sumo la guerra imperialista 
                solo se podrá parar a cambio de una paz imperialista de 
                anexión.
                
                En torno a la movilización de masas actual en contra de 
                la guerra, nuestro partido plantea que es necesario marcar un 
                viraje de ésta haciendo avanzar las consignas antiimperilistas 
                y agrupando a las masas en torno a la coordinación y luego 
                organización frentista de carácter antiimperialista 
                y revolucionaria. A la guerra imperialista hay que enfrentarla 
                con la guerra de clases. El frente antifascista y antiimperialista 
                es una tarea de alcances nacionales e internacionales.
                
                Para esto, las fuerzas revolucionarias y progresistas debemos 
                fijarnos una serie de puntos programáticos irrenunciables 
                por sintetizar lo medular de una verdadera lucha contra el imperialismo 
                internacional y sus lacayos:
              1.¡Alto 
                a la guerra contra Irak!, exigimos una paz democrática 
                sin anexiones, sin reparticiones de su territorio, sin pago de 
                “indemnizaciones” al imperialismo.
                
                2.Que las superpotencias paguen al pueblo de Irak, Costa de Marfil, 
                Afganistán, Palestina y todos aquellos que han sido objeto 
                de agresión, las pérdidas ocasionadas por la guerra.
                
                3.Que los ejércitos imperialistas se retiren de Medio Oriente 
                y del resto de países que mantienen bajo amenaza.
                
                4.Juicio político internacional a los imperialistas de 
                todo el mundo y en especial a los gobernantes y oligarcas yanquis.
                
                5.Eliminación total de los arsenales militares y reducción 
                de los ejércitos de las superpotencias y todos los regímenes 
                fundamentados en la explotación y opresión de las 
                masas.
                
                6.¡Alto a la diplomacia imperialista por traer tras de sí 
                la defensa de los intereses del gran capital!
                
                7.Libre autodeterminación de los pueblos del mundo.
                
                8.¡No al pago de la deuda externa!, instrumento del imperialismo 
                internacional para someter a nuestros pueblos.
                
                9.Alto a los monopolios internacionales de todo tipo por fundamentarse 
                en la más descarnada explotación y opresión 
                de las masas trabajadoras.
                
                10.La crisis internacional es responsabilidad de las instituciones 
                del capitalismo, de sus leyes económicas, y de sus gobernantes, 
                los pueblos no tienen por qué pagar sus consecuencias.
                
                11.Abajo la política obscura y farsante del régimen 
                foxista que busca tomar partido de la destrucción de Irak.
                
                12.Confiscación de las riquezas hoy en manos de los imperialistas, 
                a favor de nuestro pueblo.
                
                13.Abajo el régimen proimperialista, Por un Gobierno Provisional 
                Revolucionario.
                
                14.Asamblea Nacional Constituyente Democrática y Popular.
              La 
                actual coyuntura que se presenta para las masas trabajadoras, 
                en virtud de su odio a la guerra imperialista, las consecuencias 
                gravosas para la seguridad, la estabilidad de los países 
                y la crisis, debe superar su fase espontánea y la incertidumbre 
                respecto del camino a seguir en la lucha considerando los puntos 
                anteriores y otros que saldrán de las más amplias 
                discusiones.
                
                Los comunistas proponemos iniciar con la coordinación de 
                las acciones y la discusión de estos puntos.
                
                En lo referente a la agitación política antiimperialista, 
                se requiere llevarla al seno de las masas, en sus sindicatos, 
                en sus centros de trabajo, en las poblaciones, en sus escuelas, 
                convocarles a la acción conciente, a la movilización 
                organizada y a elevar las banderas.
                
                 
               
                 
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