La
actual crisis del imperialismo alcanzó a la
industria automotriz alemana que, ante la dificultad
cada vez más grande para vender sus mercancías
y potenciar las ganancias de sus inversiones, después
de haber hecho trizas las condiciones laborales, anunció
el recorte de más de 2,000 trabajadores en
la planta Volkswagen (VW) Puebla, según la
empresa, por la baja demanda de automotores en los
Estados Unidos (E.E.U.U.), país de “destino
del 80 por ciento de la producción local de
la firma”, aunado a que esta planta dejó
de producir VW-sedán (Volcho), cuando ésta
era la única que lo producía a nivel
mundial; y, para competir en los E.E.U.U. con nuevos
modelos automotrices, que le permitan encarar su crisis.
Situación similar vive la automotriz alemana
en toda Latinoamérica, pues según el
diario financiero alemán Handelsblatt, no solamente
en México, sino principalmente en Brasil y
Argentina, las perspectivas para la demanda de automóviles
han caído notablemente (más de un 35%
en todo el continente); y, en estos dos últimos,
los recortes en la plantilla laboral también
han golpeado severamente las condiciones económicas
de la clase trabajadora. Se habla de más de
4,000 despedidos en Brasil y casi la mitad de toda
la plantilla laboral en Argentina..continúa