Este 1º de mayo se cumplen tres años de la conformación definitiva del Movimiento Indígena por la Unificación y Lucha Independiente en Ensenada, Baja California; quien posteriormente se convertiría en fundador de nuestro Frente Popular Revolucionario. De igual forma, han transcurrido tres años desde el inicio de la lucha organizada bajo el MIULI en el Pueblo Autónomo “Aguascalientes” Cañón Buena Vista, originado a partir del combate de los obreros agrícolas y otros sectores oprimidos de la región.
En este período se han dado múltiples cambios organizativos y se han sentado las bases para obtener cambios de calidad en la organización. Esto, con miras a convertir al MIULI-FPR no sólo en el referente democrático en la lucha por demandas económicas, tales como vivienda, electricidad, agua, entre otras; sino en un ejemplo viviente de lucha revolucionaria, proceso simbolizado en nuestras banderas rojas de la hoz y el martillo, las cuales representan la unidad transformadora de los obreros y los campesinos. A lo largo de su vida, pero especialmente en estos tres años, su principal dirigente, Julio Sandoval Cruz, ha sido objeto de recurrentes persecuciones políticas y represiones; hoy en día, el compañero, como sabemos, se encuentra preso a instancias del Gobierno del Estado y de acaparadores-terratenientes que pretenden lucrar con la necesidad de vivienda de las masas. Los compañeros del MIULI-FPR, con más altas que bajas, no han cejado en su intento por liberarlo.
Desde el año 2000 hasta la fecha, el MIULI-FPR ha iniciado un proceso que, en lo inmediato, debe obtener las principales demandas que lo han llevado a las calles: la regularización de la tenencia de la tierra y la liberación de Julio Sandoval. Hay que señalar que en todo este tiempo ha conseguido importantes avances. No sólo ha denunciado y combatido en contra del Gobierno del Estado, de una manera consecuente y decidida, dadas sus intentonas de monopolizar y vender la tierra, en aras de ganancias a costillas de los pobres. Se ha enfrentado en contra de terratenientes y prestanombres. Ha luchado, tanto con la denuncia como con los mismos puños, tanto contra el mismo gobierno burgués, como contra la socialdemocracia y sus agentes esquiroles, muchos de ellos ligados al Partido de la “Revolución” Democrática. Ha comprendido que incluso, la solución a sus demandas no se encuentra en la participación electorera a favor de x ó y partido burgués, denunciando las actividades anti-populares del ya citado PRD. Ha revertido los golpes de la oposición en el poblado, que pretendía imponer el fraccionalismo y el culto a “los viejos luchadores”, lo cual aún no termina. Se ha solidarizado militantemente con las bases del Poblado Maclovio Rojas de Tijuana, en un intento de hermanar las luchas por la tierra, mientras mantiene un combativo rechazo a la criminalización de lucha popular emprendida por el Gobierno estatal y federal. Ha levantado la demanda de libertad para los presos políticos y el rechazo a la guerra imperialista.
Se ha insertado de manera clave en la conformación del FPR: asimilando, a partir de su propia práctica, formas organizativas tales como el centralismo democrático; avanzando en el estilo de trabajo de nuestra organización, delineado por la combativa y constante movilización; nutriéndose de la política marxista-leninista de inflexibilidad de principios y flexibilidad en la táctica. Ha superado enormemente, en su seno, la influencia del caudillismo y lo ha combatido en el interior del Pueblo Autónomo. Ha impulsado el asambleísmo democrático y adentrado la formación del carácter revolucionario que debe tener el MIULI-FPR. Así, sin duda, se ha definido como un referente democrático en la lucha de las masas populares contra los ricos y sus representantes en la región. Marchando con pies firmes hacia su conformación, práctica y conciente, como una organización revolucionaria con sello proletario y potenciador del movimiento obrero-popular en la región, bajo la táctica de acumular fuerzas en contra del capital y el imperialismo, con miras a conquistar un Gobierno Provisional Revolucionario y una Asamblea Nacional Constituyente Democrática y Popular.
Hoy, ¿hacia dónde avanza el MIULI-FPR?
1. Hacia mantener y desarrollar el nivel de disciplina, combatividad y movilización que ha desarrollado en los últimos meses. Con miras a obtener la libertad de Julio Sandoval Cruz, miembro del Comité Central del MIULI y del FPR, así como la regularización de la tenencia de la tierra.
2. A Seguir cuidando la unidad al seno de la organización. Enfrentar a los provocadores que sistemáticamente atacan, de palabra y de hecho, al MIULI-FPR y ponerlos en su lugar, convenciendo de ésto a los compañeros de base que aún confían en su “inocencia”.
3. A incrementar y desarrollar el interés y el compromiso por prepararse políticamente. Tanto en los niveles dirigentes como en la base, se debe comprender que nuestra propia experiencia en la lucha no es suficiente para aprender. Es necesario prepararse teóricamente, para convertir al MIULI-FPR en una organización concientemente revolucionaria. Necesitamos asumir nuestra conciencia de clase explotada, la conciencia de clase obrera de los que no tienen nada que perder más que sus cadenas.
4. Hacia desarrollar nuestro entendimiento de que sólo la movilización combativa y numerosa podrá hacer realidad nuestras demandas, como lo hemos venido haciendo. También, de que la obtención de nuestras demandas, a corto o mediano plazo, no será el fin de nuestra lucha.
5. A entender que el Frente Popular Revolucionario es producto de un proceso de acumulación de fuerzas con miras a construir una sociedad sin explotados ni explotadores. Por ello, mantengamos y estrechemos nuestros lazos con las bases de organizaciones democráticas de la región y convirtámonos en difusores de la práctica y el pensamiento revolucionario del FPR.
Estas son las tareas actuales del MIULI-FPR en su tercer aniversario.
¡Libertad para Julio Sandoval Cruz! ¡Regularización de la tierra en el Pueblo Autónomo

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