Tomado
de Hoja Obrera, órgano de la COORDINACION DE TRABAJADORES
REVOLUCIONARIOS, en Lázaro Cárdenas, Michoacán,
Suplemento No. 1, abril de 2003
La
conclusión de la huelga de FERTINAL, en días pasados,
trae varias lecciones y experiencias positivas y negativas que
tienen que ser conocidas y debatidas por los obreros de Lázaro
Cárdenas, Michoacán, y por el movimiento obrero
en general; ya que los charros, el gobierno y la patronal, se
aprovechan de que los obreros se olvidan de las experiencias de
sus propias luchas, cuando éstas deben servir para combatir
al enemigo de clase: la burguesía.
La lucha de FERTINAL se libró bajo una ofensiva total en
contra de los trabajadores: tuvieron que enfrentar a los charros
y destituirlos para democratizar la sección 97 y enderezar
la huelga; luchar contra la Junta Federal de Conciliación
y Arbitraje y sus intentos por ahogarlos en las frías aguas
del mar del legalismo; en el último período, luchar
contra el gobierno perredista y su actitud a favor de la patronal
o sacando a las calles a los granaderos, cuando creía necesario
reprimir a los trabajadores; afrontando una lucha prolongada con
la que trataron de desgastarlos, de dividirlos y de terminar con
las fuentes de empleo de cientos de obreros, el objetivo del gobierno
y los patrones era llevarlos, desde el inicio, a un movimiento
que supuestamente representaba sus intereses, cuando lo pretendían
era empujarlos a una situación donde perdieran todos derechos
económicos y sindicales, su Contrato Colectivo de Trabajo
y el empleo, para salvar la crisis financiera de la empresa, pero
se enfrentaron con la resistencia digna de los trabajadores de
FERTINAL, que no permitieron que pisotearan sus derechos.
A lo largo de estos 17 meses de huelga, los obreros tenían
confianza en el gobierno estatal del PRD por las “ayudas”,
que pretendían hacer creer a los trabajadores que defendía
sus derechos, cuando su objetivo era usarlos política y
electoralmente. Pero en los meses finales los hechos demostraron
que la socialdemocracia (PRD), al igual que la derecha (PRI-PAN-PVEM,
etc.), representan los intereses de la burguesía y que,
si el movimiento obrero quiere avanzar, además de romper
con el charrismo sindical, debe tener plena independencia de los
partidos burgueses.
En el plano de la lucha sindical, los trabajadores demostraron
que sólo colectivamente se puede democratizar un sindicato,
desenmascarando a los dirigentes de pacotilla y a los entregados
a los intereses del patrón: los charros; eligiendo en su
lugar a trabajadores que desde su trabajo en la base se ganen
el respeto y reconocimiento por representar de forma verdadera,
honesta y democrática los intereses de la colectividad.
Aprendieron también a lidiar contra el legalismo, oponiéndole
la protesta callejera, el contacto con los pobladores y las organizaciones
sociales, sindicales, democráticas y revolucionarias, que
en todo momento les prestaron su apoyo.
La patronal quedó totalmente desenmascarada, pues sus objetivos
son claros: imponer por la vía de los hechos la llamada
reforma a la Ley Federal del Trabajo y, por eso, terminaron negociando
la compra-venta del Contrato Colectivo con los dirigentes del
Sindicato Nacional, ya cuando la desgastada lucha en FERTINAL
no podía oponerse de manera decidida a esta ofensiva.
A lo largo de la huelga, las formas de lucha fueron evolucionando,
los obstáculos legales que ponía la Junta Federal
de Conciliación y Arbitraje permitieron que las formas
de lucha fueran de menos a más: el paso de pequeñas
protestas legales, a la toma de la Junta Federal, el bloqueo del
Puerto, la protesta en la sede del Sindicato Nacional, y las escaramuzas
con las fuerzas represivas (GOE´s), muestran que los obreros
deben ir pasando a diferentes formas de lucha.
Pero también se muestra que los obreros no se enfrentan
sólo a un patrón en lo particular, sino a toda la
clase burguesa, que por medio de las leyes, la policía,
los charros, sus partidos políticos, etc. Tratan de derrotar
al movimiento obrero.
Cuando los obreros actúan como un solo hombre, con objetivos
claros y revolucionarios, se logra la unidad de lucha. La solidaridad
proporcionada por la clase obrera y los trabajadores de Lázaro
Cárdenas, SICARTSA, NKS, Ayuntamiento, maestros, IMSS,
etc., muestra que, cuando la lucha obrera logre extenderse y generalizarse
a toda la clase obrera, se logrará un cambio revolucionario,
este país tendrá un verdadero cambio a favor de
la clase obrera y las masas oprimidas. Ese es nuestro norte.
Al término de esta lucha que no logró detener totalmente
la ofensiva contra los obreros de FERTINAL, tal vez deje un amargo
sabor de boca para muchos trabajadores en el Puerto, pues de nueva
cuenta estos sencillos obreros de Agroindustrias del Balsas se
encuentran en la calle, sin empleo, algunos con la posibilidad
de reincorporarse al trabajo cuando la planta reabra sus puertas
y convoque a la mano de obra calificada a trabajar con otras condiciones
laborales. Pero para los intereses del movimiento obrero, y en
particular de nuestro país, la lucha incorpora a su historia
la valiosa experiencia de FERTINAL, porque contribuyó a
la unificación de los sindicatos del Puerto; demostró
que es posible arrancar más allá de una liquidación
constitucional; además, quedó presente en su conciencia
la semilla del cambio revolucionario a favor de la clase obrera
y la experiencia de lucha que servirá al conjunto de los
trabajadores en futuras batallas contra la burguesía.
Esta lucha da claras muestras de que debemos confiar en nuestras
fuerzas: la unidad y solidaridad de los obreros y todos los trabajadores,
la necesidad de que todos los trabajadores del puerto eleven su
nivel de conciencia para defender el empleo, el salario, las prestaciones
sociales, pero si estas luchas no van de la mano en la lucha contra
todo el sistema que nos explota y oprime, difícilmente
cambiaremos la correlación de fuerzas a favor de la clase
obrera. Hoy son tiempos de lucha, mañana de triunfos sobre
la burguesía y todos sus vende obreros, hoy los empresarios
piensan que su sistema es eterno, mañana los obreros con
nuestra unidad y convicción de clase escribiremos en las
paginas de la historia que el futuro nos pertenece, un futuro
revolucionario y socialista.
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