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Número 163 Enero de 2003

 
 

CONTRA LA REFORMA LABORAL,
LA ORGANIZACIÓN OBRERA



En el mes de noviembre pasado, 17 diputados del PRI, PAN y PVEM presentaron la iniciativa oficial de la Reforma Laboral, que se redactó en la Secretaría del Trabajo y Previsión Social y fue avalada por el Congreso del Trabajo. El perfil político de esos legisladores va de la socialdemocracia hasta la tecnocracia del poder; sirven a los intereses patronales.

En el Congreso del Trabajo, a pesar de la amplia oposición de un número importante de sindicatos, la cúpula acordó con el gobierno respaldar su postura en la materia. Esta situación hace prever una división importante en esa organización.

En sus argumentaciones, la iniciativa dice: “el mundo será de quien esté mejor posibilitado para enfrentarlo”. Hay que partir de ahí para entender el carácter de las modificaciones a la Ley Federal del Trabajo, principalmente en salarios, jornada, contratación colectiva y capacitación.

El contexto de la iniciativa está plagado de múltiples violaciones a los derechos y conquistas de los trabajadores, el salario paulatinamente se pulveriza, se minimiza el derecho de huelga, cunde la apatía entre los trabajadores, domina el control charro y la oposición a la reforma laboral se encuentra atomizada.

En los primeros meses del año viene una andanada de revisiones contractuales y saláriales. Si nos acotamos a la tendencia de los últimos años, se prevé más recortes a las plantillas laborales, cercenas drásticas a los CCT, disminuciones al salario, cierres de plantas, tal y como lo vimos en el sector textil, hulero y de la petroquímica.

De continuar esta tendencia, los paros técnicos, que avala la iniciativa, serán el pan de todos los días, de tal suerte que serán un flagelo contra de los trabajadores. Los patrones tienen un filosa arma en sus manos, no se tentarán el corazón para usarla en contra de los trabajadores.

La Unión Nacional de los Trabajadores (UNT) y el Frente Sindical Mexicano (FSM), que son los organismos más importantes en el ala opositora a la reforma, no se ponen de acuerdo para impulsar un movimiento para detener la embestida patronal y del gobierno. La Asamblea Nacional de Trabajadores (ANT) no logra enraizar entre los trabajadores. La UNT, está empecinada en sostener su propia iniciativa, que tiene similitudes con la del gobierno, más que oponerse, pretende ganar adeptos para que su iniciativa gane consenso; mientras, el FSM, encabezado por el SME, tiene mayor interés por detener la reforma eléctrica. La UNT y FSM dejan un vacío en la organización y lucha proletaria de México, sólo ven sus intereses particulares. La ANT, en el ala de oposición, conformada por pequeños grupos sindicalistas, y con un importante acuerdo político democrático y revolucionario, no logra definir los métodos que impulsen una campaña que aglutine a todo el movimiento interesado en detener la reforma laboral.

Una parte importante, en este contexto, lo están jugando la mayoría de los sindicatos universitarios, que están en proceso de revisión contractual y salarial; sin embargo, hay seguridad de que cifran sus acciones, únicamente, en defender los puestos laborales y las prestaciones sociales de sus contratos y poco harán para que sus agremiados se sumen a una lucha para hacer respetar la LFT y el Art. 123 Constitucional; su gremialismo no permitirá revertir la política de liquidación de los sindicatos, que se impulsa con la iniciativa del gobierno.

Los movimientos huelguísticos que actualmente se encuentran sin solución, como EUZKADI y FERTINAL, no logran afianzar lazos de unidad, poco a poco están sucumbiendo, sin lograr colocarse como catalizadores del movimiento, para impulsar una lucha más allá de sus propios conflictos.
La dispersión es bien aprovechada por el gobierno y sus corifeos que se lanzan a la ofensiva con la iniciativa de reforma laboral. Ante esta situación, es difícil prever el desenlace en caso de que el gobierno decida dar el golpe. Los comunistas estamos obligados a impulsar un movimiento aglutinador, con ejes unitarios, que permita que los trabajadores se unifiquen para enfrentar al gobierno y a su política reaccionaria y pro imperialista.

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